
¿Alguna vez sentiste que la ansiedad, en lugar de frenarte, te empuja a rendir más? Tal vez antes de un examen, una reunión o incluso en la rutina diaria, esa sensación de inquietud te hace estar más alerta, organizado, productivo y no entendés qué es. Dejame decirte que eso tiene un nombre: ansiedad funcional. A diferencia de la ansiedad que paraliza, éste parece jugar a tu favor… al menos en apariencia.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Aunque la ansiedad funcional puede ayudarte a “cumplir”, también desgasta y puede pasar mucho tiempo sin que la reconozcas. Vivir acelerado, dormir mal o sentir que no podés relajarte son señales de que algo no está en equilibrio. En este artículo vamos a descubrir qué es realmente la ansiedad funcional, cómo aprender a identificarla y qué podés hacer para manejarla de una manera más saludable.
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✅ ¿Qué es la ansiedad funcional?
La ansiedad funcional es ese tipo de ansiedad que, aunque genera nervios o preocupación, no llega a bloquearte por completo. Al contrario, muchas veces se convierte en un motor que te impulsa a cumplir con tus tareas, llegar a tiempo o prepararte mejor para un desafío. Por ejemplo, sentir un poco de presión antes de una reunión importante puede ayudarte a concentrarte y dar lo mejor de vos. En pocas palabras, es una ansiedad que convive con tu día a día sin detenerte, aunque sí puede ser agotadora si se mantiene por mucho tiempo.
🔍 Señales de que podrías tener ansiedad funcional:
- Sentís que siempre tenés que estar haciendo algo útil.
- Tenés miedo de decepcionar a los demás.
- Sos perfeccionista y muy autocrítica.
- Tu mente no descansa ni cuando estás en casa.
- Tenés síntomas físicos como tensión muscular, insomnio o palpitaciones, pero los atribuís al estrés “normal”.
💡 ¿Por qué es difícil identificarla y cómo hacerlo?
Lo complicado de este tipo de ansiedad es que, al estar camuflada dentro de la rutina, puede pasar desapercibida. Desde afuera, las personas suelen verte como alguien responsable, productivo e incluso exitoso, cuando en realidad estás lidiando con un torbellino interno de tensión y autoexigencia. Como no te detiene del todo, es fácil pensar que “estás bien” y normalizar esos síntomas, pero en el fondo tu mente y tu cuerpo te están pidiendo una pausa. Reconocerla es el primer paso para evitar que esa ansiedad, aunque parezca útil, termine afectando tu bienestar emocional y físico.
🌱 ¿Qué podes hacer?
Primero que nada, debemos entender que estas situaciones son momentos pasajeros que, con las herramientas adecuadas y, sobre todo, una buena respiración, podemos controlar. En mi caso lo sufrí, y muchas veces sentía miedo cada vez que pensaba que iba a vivirlo otra vez. Así que, si estás pasando por esto, te entiendo, y desde mi lado quiero decirte que no estás solo/a. Por eso, te cuento algunas cosas que podés hacer en esos momentos:
- Reconocerla: Es el primer paso para dejar de exigirte tanto.
- Pedir ayuda profesional: Psicólogos y terapeutas especializados pueden ayudarte a gestionar la ansiedad.
- Incluir pausas conscientes: Actividades como respiración profunda, caminatas, journaling o meditación pueden marcar una gran diferencia.
Bonus: 1 técnica rápida para calmar la ansiedad funcional en 2 minutos.
☕ Técnica del 5-4-3-2-1 (anclaje sensorial)
Esta herramienta ya la compartí en otro artículo (5 técnicas para bajar la ansiedad), porque es simple y, sobre todo, ayuda a “aterrizar” la mente cuando se siente saturada o hiperactiva. Te enfoca en el ahora y te permite atravesar esos momentos tensos de la mejor manera, sin medicamentos ni forzar nada. Además, ayuda a que tu cabeza aprenda, poco a poco, a reaccionar automáticamente con este ejercicio cada vez que lo necesites. A continuación, te cuento cómo se hace:
- 5 cosas que ves 👀 (nómbralas en voz alta o mentalmente).
- 4 cosas que podés tocar ✋ (como la ropa, una taza, una manta).
- 3 cosas que escuchás 👂 (un ventilador, música, tus pasos).
- 2 cosas que podés oler 👃 (tu café, una crema, el ambiente).
- 1 cosa que podés saborear 👅 (un caramelo, agua, tu aliento).
Anotala en un cuaderno especial o como nota, y vas aplicando de a poco. También junto con ello podes escribir cómo te sentiste, si notaste algún cambio positivo o te ayudo a volver a encontrar alivio.

✨ Reflexión final:
A veces, lo que mostramos al mundo no refleja lo que sentimos por dentro. Mereces vivir en calma, no solo sobrevivir a cada día.
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